Parroquia San Miguel Arcangel- Cabo Rojo P.R.
Búscanos en Facebook
  • Inicio
  • Nuestra Parroquia
  • Horarios
  • Avisos
  • Vida Parroquial- Fotos y Videos
  • Blog - Fe Viva
  • Contáctenos

“La cruz es la mayor prueba del amor de Dios”

3/14/2021

0 Comentarios

 
P. José L. Ocasio Miranda
Vicario Parroquia San Miguel Arcángel

“Lo mismo que Moisés elevó la serpiente en el desierto, así tiene que ser elevado el Hijo del Hombre, para que todo el que cree en él tenga vida eterna. Tanto amó Dios al mundo, que entregó a su Hijo único, para que no perezca ninguno de los que creen en él, sino que tengan vida eterna” (Jn 3, 14). Este cuarto domingo del tiempo de cuaresma se conoce como el Laetare. Esta palabra latina significa regocíjate y es tomada del salmo 147. En ella el salmista invita a regocijarnos por la salvación que Dios ofrece en su Hijo Jesucristo. Mirar con fe a Cristo resucitado es dejarse salvar por Dios de nuestros pecados. ¡No hay regocijo más grande que mirar la cruz y darnos cuenta del amor de Dios por nosotros!

El Señor envía a su Hijo para morir por los pecadores y devolverles la alegría que el pecado ha arrebatado de nuestras vidas. La primera lectura del Segundo libro de las Crónicas nos cuenta la deportación de Israel a Babilonia. Narra la caída del templo por causa de los pecados de su pueblo, la desolación de los deportados y las humillaciones que debieron atravesar en tierras extranjeras. Es lo que nos sucede a nosotros cuando pecamos o no reconocemos nuestra culpa ante Dios. El pecado destruye nuestra vida, la sumerge en una tristeza amarga en la cual el odio es la única salida. Pero Dios ha prometido un salvador que sanaría esas heridas provocadas por los pecados.

Dice el apóstol san Pablo “Dios, rico en misericordia, por el gran amor con que nos amó: estando muertos por los pecados nos ha hecho revivir con Cristo” (Ef 2, 4). Cuando depositamos nuestra confianza en el amor de Dios, Él por medio de su Hijo nos libera del pecado y de la muerte. Bastaría ver la vida de las personas, el testimonio de muchos santos que después de su encuentro con Cristo su vida no volvió a ser la misma. Bastaría con mencionar a personas como san Pablo, san Agustín, san Francisco de Asís, Santa Benedicta de la Cruz, entre tantos más que muertos por sus pecados se dejaron salvar por Cristo.

El amor de Dios es inagotable, inextinguible e inabarcable. El mismo Señor le dice a Nicodemo, “tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo único para la remisión de los pecados para que todo el que crea en Él no muera sino tenga vida eterna” (Jn 3, 16). Dejándose clavar en la cruz Jesucristo nos da el testimonio del amor de Dios Padre por cada uno de nosotros. Muy bien dice una frase popular, “no fueron los clavos los que sostuvieron a Cristo en la cruz, sino el amor por ti y por mí”. Muy cierta es aquella canción que cantamos en nuestras Eucaristías en la cual dice que “nadie te ama como yo, mira la cruz allí esta mi más grande prueba”. Cuando contemplamos la cruz nos hacemos consientes del amor de Dios.

Cuando no creemos en el amor de Dios podemos estar seguros de que ya estamos condenados. Bastaría con mirar la vida de aquellos que viven de espaldas a Dios. ¿Viven felices? Ciertamente no ¿Viven complacidos con lo que tienen? Les aseguro que tampoco ¿Viven llenos de amor? Cuando entramos en sus vidas solo encontramos odios, trifulcas e insatisfacción. Por eso viven un infierno en la tierra, una soledad horrenda, una existencia sin fundamento, una vida sin cielo. Es imposible vivir una vida plena sin la fe en el Hijo del hombre. La paga del pecado siempre es la muerte, la tristeza, el odio, el rencor y la angustia. En cambio, la vida en el Espíritu de Dios por la fe es “caridad, gozo, paz, paciencia, longanimidad, bondad, benignidad, mansedumbre, fe, modestia, continencia, y castidad” (Gal 5, 22-23). Estos frutos son de vida y brotan de la fe en la cruz de Cristo. Los frutos de esta fe crecen y se derraman en nuestros corazones en cada Eucaristía. En la misa se actualiza y se hace presente el sacrificio de Cristo en la cruz. En cada Eucaristía se entrega el cuerpo de Cristo y se derrama su sangre preciosa sobre cada uno de los presentes. Por su entrega tenemos vida eterna.
0 Comentarios



Deja una respuesta.


    Para Donaciones u Ofrendas
    Búscanos en
    ATH Móvil -
    ​Pay a Business:
    /sanmiguelcaborojo 

    Imagen

    Dale click a la Foto

    Picture

    Visita la versión digital de el semanario
    El Visitante. 
    ​Lee y auspicia el semanario católico, es una de las maneras de educarte en la fe católica.

    ​

    Dale click a la foto luego de la flecha, para migrar al semanario.
    Imagen

    Imagen

    RSS Feed


    Archivos

    June 2022
    February 2022
    January 2022
    October 2021
    September 2021
    August 2021
    July 2021
    June 2021
    May 2021
    April 2021
    March 2021
    February 2021
    January 2021
    December 2020
    November 2020
    October 2020
    September 2020
    August 2020
    July 2020
    June 2020
    May 2020
    April 2020
    March 2020
    February 2020
    January 2020
    December 2019
    November 2019
    October 2019
    September 2019
    August 2019
    July 2019
    June 2019
    May 2019
    April 2019
    March 2019
    February 2019
    January 2019
    December 2018
    November 2018
    October 2018
    September 2018
    August 2018
    July 2018
    June 2018
    May 2018
    October 2015
    September 2015
    August 2015
    July 2015
    June 2015
    May 2015
    April 2015
    March 2015
    February 2015
    January 2015
    December 2014
    November 2014
    October 2014
    September 2014
    August 2014
    July 2014
    June 2014
    May 2014
    April 2014
    March 2014
    February 2014
    January 2014
    December 2013
    November 2013
    October 2013
    September 2013
    August 2013
    July 2013
    June 2013
    May 2013
    April 2013

Con tecnología de Crea tu propio sitio web con las plantillas personalizables.