Autor: P. Ángel Ortiz Vélez
Desde el Sábado de Gloria, como clausura del Triduo Pascual, estamos celebrando la resurrección de Jesús de entre los muertos.
La Pascua es el paso de Jesús de la muerte a la vida para, desde su gloria, hacernos partícipes de su misma gloria y de su inmortalidad. Jesús Resucitado nos asegura la plenitud de que la vida no termina con la muerte. Jesús nos dijo: "Yo soy la resurrección y la vida..."
La Pascua es el triunfo y la victoria de Jesús, que venció el pecado y la muerte. Jesús Resucitado es nuestra alegría, es nuestro gozo. La Pascua es fiesta de alegría, es celebrar y vivir a Jesús resucitado, vivo, real, pero glorioso.
El Papa Francisco, en su homilía el jueves 24 de abril en la Capilla de la Casa Santa Marta, nos dijo:
- "Hay cristianos que tienen miedo de la alegría de la resurrección que Jesús nos quiere dar y su vida parece un funeral, pero el Señor resucitado esta siempre con nosotros..."
- "...pero los discípulos no podían creer porque tenían miedo de la alegría - en referencia a la lectura del evangelio del jueves (Lc 24, 35-48)- Esta es una enfermedad de los cristianos. Tenemos miedo de la alegría."
- "Es mejor pensar: sí, sí, Dios existe, pero está allá. Jesús ha resucitado, está allá. Un poco de distancia. tenemos miedo de la cercanía de Jesús, porque esto nos da alegría. Y así se explica la existencia de tantos cristianos de funeral, ¿no?, que su vida parece un funeral continuo. Prefieren la tristeza y no la alegría. Se mueven mejor, no en la luz de la alegría, sino en las sombras, como los animales que sólo logran salir de noche, pero no a la luz del día porque no ven nada. Como los murciélagos. Y con un poco de sentido del humor podemos decir que hay cristianos murciélagos que prefieren las sombras a la luz de la presencia del Señor."
- "Jesús, con su resurrección, nos da la alegría de ser cristianos, la alegría de seguirlo de cerca; la alegría de ir por el camino de las Bienaventuranzas, la alegría de estar con Él." 1
Jesús nuestra Pascua nos da alegría, nos da vida, es gozo y es gracia. Exclamemos todos:
¡Sea nuestra alegría y nuestro gozo, aleluya!
¡Qué la alegría de la resurrección me llene todos los días, oh Señor!
¡Sea nuestra alegría y nuestro gozo, aleluya!
¡Qué la gracia y el poder del Espíritu Santo me bendigan este día, oh Señor!
¡Sea nuestra alegría y nuestro gozo, aleluya!
¡Ayúdame a ser signo de tu vida y amor eterno hoy y todos los días, oh Señor!
¡Sea nuestra alegría y nuestro gozo, aleluya!2
2- Tiempo de Pascua- Boletín JS Paluch 2014