En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "si ustedes me aman, guardarán mis mandamientos, y yo rogaré al Padre y les dará otro Defensor que permanecerá siempre con ustedes y estará con ustedes. Este es el Espíritu de Verdad que el mundo no puede recibir porqu no le ve ni lo conoce. Pero ustedes lo conocen porque permanece con ustedes y estará con ustedes. No los dejaré huérfanos, sino que vengo a ustedes. Dentro de poco el mundo no me verá más, pero ustedes me verán porque yo vivo, y ustedes también vivirán. En ese día ustedes comprenderán que soy el Padre, y que ustedes están en mí y yo en ustedes. El que conoce mis mandamientos y los guarda, ese es el que me ama a mí y yo también lo amaré y me mostraré a él".
Palabra del Señor.
Autor: P. Ángel Ortiz Vélez
Jesús se encuentra en el cenáculo con sus discípulos, horas antes de pasar por su pasión y muerte por nosotros (hombres pecadores). En esta ocasión, la última cena, él pronuncia este largo discurso que el evangelista Juan recoge en cinco capítulos, del trece al diecisiete. Se le conoce como el "Sermón de la cena". Este sermón es considerado como el testamento espiritual de Jesús y podemos decir que su despedida.
Los exégetas del Evangelio (sus intérpretes) lo dividen en tres grandes secciones:
- la primera incluye el mandamiento del amor, la partida y retorno de Jesús al Padre y dos anuncios del Paráclito;
- la segunda, las instrucciones sobre el verdadero discipulado, las persecuciones y otros anuncios del Paráclito (el Espíritu Santo);
- la tercera, y en mi opinión personal de mucha importancia, es la llamada oración sacerdotal.
Esta lectura del Evangelio de Juan (14, 15-21) es continuación de la lectura de la semana pasada. Pertenece a la primera sección. Jesús desde el cenáculo habla de su partida, que es inminente, hacia la casa del Padre pero le promete a los discípulos:
- que volverá pronto;
- no los dejará huérfanos o solos;
- volverá a quedarse con ellos para siempre;
- que a través de su amor estaremos unidos a él y se nos mostrará;
- y con su Espíritu Santo estará con su Iglesia.
Podemos hacer nuestras las palabras del papa Francisco (22 de mayo de 2014): "un cristiano sin alegría no es cristiano. La alegría es como el sello del cristiano, también en el dolor, en las tribulaciones, aún en las persecuciones . Paz, amor y alegría: son tres palabras que Jesús nos deja con el don del Espíritu Santo". Así nos vamos preparando para la fiesta de La Ascensión del Señor y para la fiesta de Pentecostés (la venida del Espíritu Santo).